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Según el último informe de empleo de Adecco, en 2019 más del 20% de los trabajos ofertados correspondían a mandos intermedios.
Las competencias requeridas a este tipo de candidatos pueden suponer la antesala de las deberán tener en el futuro en puestos directivos. Por tanto, aspectos como la formación generalista, las habilidades interpersonales y el liderazgo suelen aparecer entre los requisitos habituales.
En AdelantTa consideramos esta formación tan importante que tenemos una división específica independiente dedicada a la misma Cursos Bonificados de Desarrollo Directivo y Coaching – AdelantTa.
Es obvio que los directivos tienen que tomar decisiones estratégicas, tener una visión global y ser capaz de poner en marcha planes de acción, a menudo desde un contexto de cierta incertidumbre. Pero comparten también algunas características con los mandos intermedios:
Hay distintos factores que son claves en la formación de ambos, y que hemos querido agrupar en cuatro categorías:
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Cuando más cercano está al terreno un puesto menos abstracto suele ser el ejercicio de éste. Es cierto que un mando intermedio de taller debe tener un grupo de conocimientos muy cercano a la mecánica del automóvil o un jefe de contabilidad debe dominar los aspectos relacionados con el Plan General Contable. En todo caso, con esto no suele ser suficiente cuando se ejerce un rol de mando.
La formación de mandos y directivos suele implicar, en lo que a conocimientos técnicos se refiere:
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La oferta en el mercado para el desarrollo de este tipo de habilidades es inagotable. Todos los días salen nuevas tendencias y enfoques. Pensemos en la moda del “agile”.
La lista es inmensa. A veces, parece que un mando intermedio debe ser, en realidad, una especie de superhombre. Las más demandadas son las siguientes:
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Esta es realmente la formación más difícil de abordar. A medida que subimos en la pirámide empresarial, las normas para solucionar un problema están menos definidas y se mueven en contextos de mayor incertidumbre.
Cualquier persona que no quiera pensar en exceso no debería trabajar como directivo. Abordar situaciones para las que no hay una solución predeterminada es un reto, pero también puede ser descorazonador.
Desde nuestra experiencia, la formación se puede abordar en tres frentes que son fundamentales y que están profundamente relacionados entre sí:
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Hemos querido redactar un apartado específico para este tipo de competencias porque si algo caracteriza la labor de mando es que tiene que trabajar a través de terceras personas. Es decir, no solo se gestiona a sí mismo, sino que gestión a otros, no solo importa su tiempo sino el tiempo compartido o el tiempo del equipo.
Hemos visto tres enfoques dominantes en la formación de este tipo los últimos años en este sentido:
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Repetimos aquí algo que hemos comentado en muchos posts. La mayor cercanía al macro o al micro-liderazgo puede variar dependiendo de su rol o ámbito dentro de la empresa sobre el que se ejerza la función directiva. Esto condiciona, en parte, la formación:
Hay que decir que ambos tipos de puestos hay dos criterios de medición que nos dirán si la formación ha sido o no la adecuada:
En conclusión, los mandos intermedios suponen el vínculo de control y supervisión de la empresa y, por lo tanto, es necesario dedicar tiempo a su formación. En ese sentido, se deberán de reforzar las habilidades directivas relativas a su rol y ámbito dentro de la empresa.
Los directivos suponen el futuro de la organización y su viabilidad. Por ello, no nos podemos permitir que no pienses estratégicamente, no sepan gestionar el proyecto empresarial o carezcan de amplitud suficiente en su formación para tener una visión global.
Puedes disfrutar de este post en nuestro canal YouTube: Ver vídeo “Aspectos clave de la formación de mandos intermedios y directivos”