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La evaluación de desempeño es una herramienta fundamental en la gestión de recursos humanos, diseñada para valorar y mejorar el rendimiento de los empleados. Con una acogida cada vez mayor en empresas, los sistemas de evaluación de desempeño ayudan a alinear las actividades de las distintas áreas para conseguir los objetivos globales marcados por la organización. Según un estudio de Deloitte, el 89% de las empresas líderes consideran la evaluación de desempeño como una prioridad importante[1].
No queremos profundizar demasiado en los sistemas de evaluación de desempeño, puesto que ya son ampliamente conocidos por los profesionales de Recursos Humanos. Sin embargo, sí nos gustaría entrar un poco más en detalle en una de las fases más importantes dentro de este sistema: el propio ejercicio de evaluación por parte del evaluado y el evaluador.
La autoevaluación es una parte esencial del proceso de evaluación de desempeño y proporciona a los empleados la oportunidad de reflexionar sobre su propio rendimiento.
Es algo muy común, sobre todo en esas primeras veces que nos enfrentamos a los sistemas de evaluación de desempeño, que nuestra objetividad no sea la adecuada, bien por miedo a no cumplir con los objetivos y ser amonestados, o bien por desconocimiento de los objetivos del puesto de trabajo.
Para realizar una autoevaluación correctamente, la persona debe abordar varios pasos clave que implican una profunda reflexión:
Evaluar a los demás de manera justa y objetiva es crucial para el éxito del proceso de evaluación de desempeño. El 52% de los gerentes y directores consideran que la evaluación de desempeño es una de las tareas más difíciles y estresantes, según datos de un estudio elaborado por la consultora estadounidense SHRM [2].
Para un evaluador, no siempre es fácil discernir entre eficacia y eficiencia, dos conceptos claves para una evaluación correcta y objetiva de los que hemos hablado en otros artículos. Tenemos que ser conscientes como evaluadores que este proceso puede verse afectado por varios sesgos, como el efecto halo, el sesgo de recencia o el sesgo de similitud, que pueden distorsionar la objetividad. Reconocer y evitar estos sesgos es fundamental para una evaluación justa.
A la hora de abordar una entrevista de evaluación de desempeño, los evaluadores deben tener en cuenta una serie de cuestiones:
La entrevista de puesta en común de competencias es un momento clave en el proceso de evaluación. Para realizarla de manera efectiva, recomendamos prestar atención a varios puntos importantes:
La evaluación de desempeño es una herramienta esencial para el desarrollo personal y organizacional. Un sistema de evaluación bien implementado no solo mejora el rendimiento individual y colectivo, sino que también fomenta la motivación, el compromiso y el crecimiento profesional.
Formar adecuadamente a los empleados en esta herramienta es crucial para asegurar evaluaciones objetivas y alineadas con los objetivos generales de la organización. Al hacerlo, las empresas pueden crear un entorno de trabajo más justo, equitativo y productivo, lo que contribuye significativamente al éxito y la sostenibilidad de la organización. Y es que ya lo dijo Jack Welch, ex CEO de General Electric: «El feedback es el desayuno de los campeones»[3]
[1] Deloitte. (2021). Global Human Capital Trends 2021. https://www2.deloitte.com/us/en/insights/focus/human-capital-trends.html
[2] SHRM. (2022). Managing Employee Performance. https://www.shrm.org/topics-tools/tools/toolkits/managing-employee-performance
[5] Welch, J. (2005). Winning. HarperCollins.