El concepto de formación continua lleva muchos años imponiéndose tanto en el sector educativo como en el mundo empresarial. Conocer todo lo que implica y sus beneficios no solo es necesario para aumentar la competitividad de tu empresa, sino que se convierte en un modo de hacer como organización a la hora de afrontar los cambios del entorno (mercado, tecnología, modelos de comportamiento o actuación de otros actores).
¿Sabes qué es la formación continua?
Llamamos formación continua en el ámbito empresarial al conjunto de acciones formativas orientadas a mejorar los conocimientos y habilidades de los empleados. Con ello se logra actualizar y aumentar constantemente sus competencias tanto a nivel teórico como práctico.
La exposición de motivos de la Ley 30/2015, que reguló el nuevo marco de la formación profesional para el empleo, entiende que es necesario un proceso constante de actualización de competencias profesionales que permitan la mejora de la empleabilidad y de la competitividad de nuestro tejido productivo.
Hoy en día, los medios utilizados para llevar a cabo este tipo de acciones formativas más frecuentes son impartir de forma constante cursos presenciales u online orientados a la adquisición o refuerzo de determinadas destrezas laborales. No obstante, nuevas tendencias más centradas en el aprendizaje experiencial, incluido el actual metaverso, pueden marcar la tónica de esta formación continua en un futuro no muy lejano.
Por qué ofrecer formación continua a tus empleados: estas son las ventajas
Una vez aclarado lo que significa formación continua y su concepto en el ámbito empresarial, es el momento de precisar cuáles son sus beneficios para empresarios y trabajadores.
Es ya famosa la frase de “si crees que la formación no es necesaria, prueba a ver qué pasa si no la haces”. El debate sobre el ROI de la formación se arrastra desde que comenzó ésta en el mundo empresarial. Hay múltiples modelos de medición, pero no siempre resulta sencillo valorar cuantitativamente el impacto de una formación en términos de transferencia o retorno de la inversión. A menudo, nos tenemos que conformar con valorar el impacto inmediato positivo de la misma y el aprendizaje adquirido por nuestros trabajadores.
En nuestra opinión, se trata de un simple proceso de mejora progresiva en la determinación de KPIs relevantes. Es decir, ponerles números a las ventajas que resultan obvias cuando nuestra política es la de formar continuamente a nuestros trabajadores.
Potencia del rendimiento de tus trabajadores
Un ámbito importante de la formación es lo que siempre se ha llamado formación para el alcance o para la adecuación persona-puesto. Es decir, que la persona disponga de todas las competencias técnicas y personales que le permiten solucionar los problemas a los que se enfrenta en su puesto de trabajo.
La productividad depende de muchos factores (estrategia, tecnología, procesos, personas) pero resulta evidente que la falta de conocimiento en alguna de las destrezas o talentos que requiera el puesto de trabajo específico supone una ruptura de la cadena por el eslabón mas débil, a menudo fácilmente solucionable con acciones formativas.
No hacen falta grandes inventos, ya que tanto la formación continua online como la presencial son herramientas útiles para optimizar el perfil profesional de tus empleados. Podremos medirlo o no, pero resulta una obviedad. Con más y mejores competencias, los integrantes de tu plantilla se sentirán mejor capacitados, lo que les permitirá incrementar su rendimiento laboral. Sencillo y evidente.
La formación continua mejora el clima laboral
La capacitación continua constituye un factor decisivo a la hora de mejorar el ambiente de trabajo. No en vano, las acciones formativas aumentan la satisfacción laboral y el bienestar mental de tus trabajadores, fortaleciendo las relaciones entre ellos y reforzando su fidelidad con la empresa.
Son muchas las acciones de este tipo que se hacen en las organizaciones, donde se trata de favorecer la participación del empleado y la experiencia de compartir ideas y puntos de vista. En grandes organizaciones, incluso, implica tener la oportunidad de conocerse y ponerse cara.
Cuando realizamos formación de modo habitual, lanzamos un mensaje inequívoco. Las personas que trabajan con nosotros y su desarrollo profesional nos importan.
Aumento de nuestra ventaja competitiva y aportación de valor
Vivimos en la sociedad del conocimiento. Muchos sectores se basan en el know-how que aportan sus profesionales. A menudo, captar este tipo de profesionales con un conocimiento de primer nivel en el mercado puede resultar costoso, casi imposible. Apostar por la formación interna para competir no es una opción. En los sectores de alto valor añadido es una necesidad. Cuanto mejor trabajen tus empleados, mejor producto o servicio ofrecerá la empresa a sus clientes y por lo tanto, más competitivo resultará tu negocio.
Por otro lado, la formación continua es básica para la interiorización de dos conceptos clave: el liderazgo innovador y la adaptación al cambio, lo que te será muy útil para competir en cualquier sector de actividad.
La formación continua online y su efecto en la transformación digital
La transformación digital es ya toda una realidad en todos los sectores empresariales. En este punto, la formación continua online predispone favorablemente a los trabajadores para aprovechar todo lo que las nuevas tecnologías pueden ofrecer a tu negocio.
Esto es algo de lo que se habla poco. La mejor forma de conseguir que la empresa vea las bondades de esta transformación es que sus trabajadores empiecen a trabajar en distintas cuestiones, aunque sean pequeñas, con herramientas digitales. De este modo, podrán percibir de primera mano los ahorros de tiempo y las mejoras de productividad que estas proporcionan.
La negación de la necesidad de transformación digital en algunos ámbitos esconde, a menudo, un cierto desconocimiento y un arraigo a las formas de hacer ineficientes, aunque conocidas, del pasado.
Los 5 Tips básicos para tener programa de formación continua
Descubre cuáles son las necesidades formativas de tu empresa con periodicidad.
En la mayoría de los sectores es suficiente con un plan de formación anual, aunque algunos pueden necesitar una mayor cintura ya que las necesidades cambian rápidamente.
Determina los objetivos que pretendes alcanzar
Define tanto los conocimientos específicos que se necesitan como el ámbito al que afectarán.
Concreta las acciones de formación continua
Sea mediante aula virtual, online o presencial, es importante llevar al papel la estrategia de formación que llevarás a cabo (contenido y formato de los cursos, proveedores, momento y lugar, público objetivo, sistema de evaluación, etc.). Subrayamos aquí dos cuestiones fundamentales:
- Crea un planograma con los momentos del año en que se realizara la formación
- Chequea la viabilidad de ese planograma con relación a la carga de los departamentos, vacaciones, pertinencia en ese momento de la acción formativa, etc. A menudo, nunca parece el momento oportuno. Por ello, es importante una planificación contrastada y validada.
Calcula el presupuesto
Es conveniente, junto a cada acción formativa señalar el coste por persona y por grupo, así como la cuantía de esta que va a poder ser bonificada en virtud del número de participantes.
Hacer análisis con gráficos de tarta sobre a qué colectivos estamos destinando mayor presupuesto o en que tipo de acciones formativas lo estamos gastando nos ayuda a tener una mayor claridad sobre hacia donde estamos virando nuestro timón y el posible impacto que va a tener en nuestra empresa.
Aquí conviene señalar, en términos de presupuesto, la existencia en España de un crédito específico de formación para las empresas, a través de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo o FUNDAE. No es el objeto de este post entrar en los detalles, aunque podemos asesorar a nuestros clientes en este tema si resulta necesario e invitamos a ver nuestra página sobre Formación Bonificada
Evalúa los resultados obtenidos
Es una de las fases más importantes de la capacitación continua y la gran olvidada. La evaluación de objetivos permite que no se pierda la ilusión y no decaigamos en nuestro esfuerzo de realizar formación año a año.
Hay muchos modelos de evaluación de resultados que te permitirán saber si se han cumplido o no los objetivos que te habías propuesto. El más conocido es el que fue creado por el profesor Donald Kirkpatrick con el objetivo de medir el impacto en los programas de formación en las organizaciones.
Está articulado en cuatro niveles:
Todos los niveles son importantes y progresivos, no puede existir uno sin el otro. Por ejemplo, un mal nivel de reacción de los participantes condiciona toda la cadena, siendo casi imposible el aprendizaje, la transferencia y, aun menos, la rentabilidad de nuestras acciones formativas.
Esperamos haberte convencido de las bondades de la formación continua y que percibas la oportunidad que supone para tu negocio aprovechar la valiosa inversión que la formación continua representa. Si quieres contar con nosotros para ayudarte a llevar a tu plantilla al siguiente nivel, estamos a tu entera disposición.