España siempre se ha situado a la cola de Europa en el aprendizaje de lenguas extranjeras. La situación ha mejorado algo con una mayor generalización de la enseñanza bilingüe, pero son muchos los profesionales que se siguen incorporando al mercado laboral sin el nivel suficiente de otra lengua (especialmente el inglés) que les permita desenvolverse en entornos profesionales.
Este aspecto perjudica mucho su vida laboral y su desarrollo de carrera. No son pocos los estudios que señalan que el mismo perfil profesional puede llegar a tener un salario bruto anual de hasta el doble en un entorno multinacional donde tenga que hacer uso frecuente de una lengua extranjera. Repetimos, fundamentalmente el inglés.
Las organizaciones gastan dinero en conseguir que sus empleados hablen otra lengua. Los cursos de idiomas se han vuelto muy populares entre las empresas españolas a través de sus distintas modalidades de formación. Resulta un requisito fundamental para un mundo globalizado.
Las modalidades son muchas, y es frecuente segmentar según grupo profesional en la empresa. De modo que se utilizan el 1to1 para Alta Direccion, clases presenciales en grupo para los mandos intermedios, modalidades como el e-learning o la conexión con speaker de países anglófilos para niveles de técnicos y profesionales especializados, etc.
Con independencia de la modalidad utilizada, en todos los casos, el problema es el mismo, la tasa de seguimiento y el nivel de abandono.
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Proceso para la formación en idiomas
El proceso para poner en marcha la formación en idiomas en una organización siempre cuenta con una serie de elementos críticos que recogemos a continuación, de modo no excluyente:
- Recoger información sobre aquellos interesados y aquellos que realmente lo necesitan en su puesto de trabajo
- Decidir qué metodología se va a utilizar preferentemente en cada colectivo en función de su disponibilidad, nivel en la empresa, utilización real de la lengua, etc.
- Comunicar los planes de idiomas que hay disponibles para cada grupo profesional
- Realizar las correspondientes pruebas de nivel tanto escritas como orales
- Procurar la homogeneidad de intereses y de nivel en los grupos. A ser posible, incluso segmentar formaciones sobre materias específicas (negocios, viajes, atención al cliente, etc.)
- Utilizar formadores o tutores que sean los adecuados en cada caso. Nuestra experiencia nos ha demostrado que los formadores nativos, por ejemplo, no son los más adecuados para los grupos que están empezando.
- Tener en cuenta que va a existir una tasa de abandono. Por tanto, conviene repartir las formaciones en bloques anuales, por ejemplo, de tres meses cada uno.
- Evitar los periodos en los que existe mayor probabilidad de falta de asistencia (vacacionales, épocas punta de trabajo en la empresa, etc.)
- Realizar un seguimiento estrecho de la asistencia y motivar continuamente a la participación en los programas.
- Reaccionar rápidamente si el programa o el formador no se ajusta al colectivo de participantes o no empieza con buen pie.
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Una reflexión sobre el aprendizaje online de idiomas
Se está convirtiendo en una práctica más o menos habitual en las empresas y, aprender idiomas mediante el uso de un aula virtual, se ha vuelto una opción muy popular entre los trabajadores españoles durante la pandemia.
En general, todo el aprendizaje online de idiomas, síncrono o asíncrono, ha experimentado un gran crecimiento. Como ejemplo cercano, nuestra plataforma online ha logrado su récord en facturación durante el 2020 con un incremento del 532% de sus alumnos.
La principal ventaja de esta modalidad es la flexibilidad de horarios. Adicionalmente, tiende a resultar más económico que otras modalidades de formación, especialmente en el caso del e-learning.
Ahora bien, conviene destacar que en este tipo de formaciones la tarea de seguimiento de los tutores o de los formadores es esencial. La tasa de no finalización del programa es mucho más alta que en la modalidad presencial si no se gestiona adecuada y estrechamente ese seguimiento, dinamizando la participación del alumno.
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Formación bonificada para las empresas e idiomas
Todas las compañías del tejido empresarial español cuentan con una cantidad anual procedente sus aportaciones a la seguridad social en el ejercicio anterior para realizar formación. Estás se pueden utilizar de la forma que determine la ley mediante la aplicación de bonificaciones, que dependen en gran medida del número de trabajadores que tiene una organización concreta y de su masa salarial media.
En este sentido, podemos utilizar las bonificaciones para dos tipos de formaciones de idiomas:
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Curso de idiomas presencial o mediante aula virtual
Si queremos mejorar las aptitudes en idiomas de nuestros empleados, podremos optar por un curso de idiomas presencial donde tendremos derecho a una bonificación de 9 € por hora y trabajador en un nivel básico y 13 €/hora/participante si estamos impartiendo cursos de idiomas en un nivel superior.
Esto hace que los grupos de formación en idiomas sean fácilmente bonificables, puesto que no se necesita un gran número de participantes. Normalmente con 5 alumnos por cada grupo de formación se cubren los costes de tutores, materiales, plataformas, etc., al contrario de lo que sucede en otras formaciones, donde el coste de formadores es mucho más elevado y suelen ser necesarios grupos más grandes (Ej.- Formación Directiva)
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Curso de idiomas e-learning
Como hemos dicho, la modalidad e-learning facilita hacer más sencillo compatibilizar la vida laboral y la personal.
Impartir formación de inglés de forma e-learning a nuestros empleados tendrá una bonificación de 7,5 € por hora.
Esta modalidad, que FUNDAE denomina teleformación, desde www.adelantta.com la articulamos básicamente con las siguientes características:
- Dinamización de la participación a través de un tutor
- Profesor especializado para la consulta de dudas técnicas a disposición del alumno
- El participante lo puede realizar en los momentos que mejor le convenga (asíncrono)
- Período amplio para su finalización
- Información sobre el grado de avance para la empresa
- Contenidos plenamente actualizados
- Diploma de Formación Profesional para el Empleo
- Completamente bonificable desde un solo alumno
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Motivación y permanencia: la variedad de plataformas es la clave
Como siempre, contar con una buena variedad a la hora de impartir las clases ayuda a disminuir la monotonía, favorece el aprendizaje y mantiene el interés. En lo que a cursos de idiomas para empresas se refiere, suele ser positivo montar programas que combinen los siguientes aspectos de forma inteligente y en función de cada colectivo profesional:
- Clases online a través de aula virtual: igual que en una universidad. Tendremos asignada una clase que llevará el ritmo de esta.
- Clases a través de un profesor particular: estas podrán ser tanto online como presenciales y se caracterizan por tener una mayor dedicación a cada alumno concreto a modo de coaching especifico. Puede ser un complemente muy interesante para ciertos colectivos en la empresa.
- Clases a través del teléfono: esta se está popularizando y está especialmente enfocada en aquellas empresas que tienen que pasar mucho tiempo al teléfono. Puede que nos pueda ahorrar tiempo y recursos. Sin embargo, la eficacia de este tipo de cursos está cuestionada.
- Refuerzo a través de seguimiento de programas e-learning específicamente adaptados al nivel básico de cada participante, especialmente útiles para compensar carencias en los más rezagados.
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Los mejores horarios para aprender idiomas
Está científicamente demostrado que el cerebro de la mayoría de las personas funciona de más a menos a lo largo del día. Es decir, a primera hora de la mañana somos más productivos que antes de irnos a dormir.
En las empresas se tiende a utilizar mucho la hora de la comida para el aprendizaje de idiomas. Pero la neurociencia nos dice claramente que siempre conviene enfocar nuestras intenciones de aprendizaje entre las primeras horas del día.
Quizás no se trata de dejarlo todo para el medio día y comer cualquier cosa, sino de empezar con buen pie y aprendiendo inglés a primera hora. Sugerimos.
En conclusión, la formación en idiomas no solo es un incentivo más o menos motivacional, sino que, para muchas organizaciones, es fundamental. El inglés ya es hablado para la realización de distintas operaciones relacionadas con el negocio en el 95% de las empresas españolas. Montar programas con variedad de plataformas puede ser lo más interesante y darle la importancia suficiente empezando bien el día es una buena opción.
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