Las nuevas generaciones han hecho que cada vez exista mayor consenso respecto a la necesidad de motivar y crear un ambiente de trabajo agradable para nuestros empleados. Son pocas las empresas que pueden competir en un ranking como el Best Place to Work, pero son muchas las que pueden poner en marcha pequeñas políticas con sentido común que ayuden en este proceso de conseguir que permanezcan en la empresa los mejores profesionales.
Para retener el talento no será suficiente con ofrecer un salario por encima de la media, si bien es cierto que el tema económico será uno de los factores determinantes. En la mayoría de los estudios sobre salarios de empresas como Watson Wyatt sigue siendo la reina la retribución fija como uno de los factores determinantes para captar y retener buenos empleados.
¿Hay alguna buena noticia para las pequeñas empresas que no pueden competir con los sueldos de las multinacionales? Incluso en los casos en los que una empresa no puede permitirse aumentar los salarios de los empleados, siempre existe la posibilidad de utilizar la retribución flexible, que permitirá que el empleado aumente su poder adquisitivo sin incrementar los gastos empresariales.
Existe aún poca cultura en nuestro país en este sentido. En ocasiones, el propio empleado lo rechaza por una cuestión de base de cotización. En otras, la empresa prefiere evitar complicaciones ante un panorama jurídico cada vez más inestable en materia fiscal y tributaria.
Aun así, es una buena opción, y queremos recordar en qué consiste.
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¿Qué es la retribución flexible?
Puede considerarse como una alternativa a una mejora salarial, es decir, otro camino para la mejora en las condiciones laborales de los empleados.
Se trata de destinar una parte del salario bruto a la adquisición de una serie de productos exentos de impuestos. Es decir, los beneficios básicamente son fiscales, si bien en algunos casos también existen ahorros en contingencias de seguridad social (ejemplo: tickets de comida)
Es un tipo de salario en especie, mediante el que la propia empresa adquiere los productos para su trabajador, siempre a petición o elección del propio empleado, ocasionándole un ahorro fiscal que eleva su capacidad adquisitiva.
No obstante, ha de tenerse en cuenta que se establece el máximo del 30 % del salario anual del trabajador para destinar a esta finalidad, y también existen otros límites al uso de esta herramienta. Por ejemplo, un vehículo que se utiliza también para uso particular debe tributar parcialmente.
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¿Cuáles son los beneficios de utilizar un plan de retribución flexible?
Como ya hemos comentado, la utilización de la retribución flexible aumenta la capacidad adquisitiva del trabajador, de manera que sigue gastando lo mismo, pero es la empresa la que realiza los pagos de ciertos productos o servicios, descontándolos de su nómina. De esta manera, al tratarse de pagos exentos de tributación, sus ingresos líquidos se verán reducidos, de modo que su base imponible del IRPF ser verá paralelamente aminorada, por lo que el gasto tributario del trabajador será menor.
Además, ha de tenerse en cuenta, que la reducción de la base imponible del IRPF redundará en el coste de los servicios públicos sujetos al IRPF de los que quiera disfrutar el empleado, que también podrían verse mermados.
Es decir, la empresa asume el mismo coste, al desembolsar la misma cantidad mensualmente, pero una parte del sueldo, en lugar de ingresarla directamente al empleado, la utiliza para adquirir ciertos productos o servicios para su disfrute. Por su parte, el empleado disfruta de la misma cantidad, ya que, si cobrase en efectivo la totalidad de su nómina, destinaría igual montante a adquirir esos mismos productos. De esta manera, por un lado, el empleado aumenta su motivación y su satisfacción, y, por otro, la empresa disfrutará ese bienestar de sus empleados a través del aumento de la productividad, además de contribuir a la retención y fidelización del empleado.
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¿A qué productos puede referirse la retribución flexible?
La clave para que la retribución flexible consiga aumentar la satisfacción del empleado es, sin duda, que los productos o servicios que le ofrezca la empresa sean de su interés. Por eso, es importante conocer cuáles son aquellos productos respecto de los cuales puede utilizarse la retribución flexible y saber adaptarlos a las necesidades de nuestros empleados.
Así, para que estén exentos de impuestos, el plan de retribución flexible debe referirse a formación relacionada con el puesto de trabajo, ticket o tarjeta restaurante para comer dentro del horario laboral, cheque guardería, tarjeta de transporte (con el límite de 1.500 € anuales), seguros médicos, compra de productos tecnológicos y planes de pensiones.
Como hemos visto, la retribución flexible es una manera de aumentar el poder adquisitivo de nuestros empleados a coste cero para la empresa. Asimismo, es una herramienta que contribuye a aumentar la satisfacción de la plantilla, lo que, sin duda, repercutirá en su productividad, y también contribuye a la retención y atracción del talento.
Sin embargo, no debemos limitarnos a esta medida como forma de retención del talento, sino que debemos compaginarla con otras para alcanzar la verdadera satisfacción de nuestros empleados. Es muy importante avanzar en su conjunto en el concepto de experiencia del empleado, que incluye aspectos psicosociológicos, de conciliación, comunicación, puesto de trabajo, liderazgo, etc., además de los netamente retributivos.
Combinando aspectos que mejoren esta experiencia tendremos mas oportunidades de reclutar en el mercado las competencias que necesitamos en nuestra empresa, al igual que de conseguir su permanencia y su impulso al crecimiento organizacional.