Una de las tendencias que se sigue mencionando dentro de los estudios y análisis en la gestión de talento y recursos humanos es la preocupación por el bienestar laboral. Largo y tendido hemos hablado sobre esto en anteriores ocasiones porque parece bastante lógico pensar que las políticas de recursos humanos que tienen en su eje el bienestar de las plantillas repercutan en una mayor productividad, mayor compromiso y menor rotación. Las personas son lo primero.
Existen múltiples políticas que incluyen incentivos de todo tipo para los trabajadores: retribución variable según objetivos o desempeño, cheques restaurante, bonos transporte… todo es poco para lograr una de las metas más perseguidas por muchas compañías: retener el talento ofreciendo una mayor conciliación entre vida laboral y personal.
En este sentido, la reducción de jornada es algo que suele darse con frecuencia en las organizaciones, bien sea por una causa concreta recogida en la legislación o por otras circunstancias.
Tipos de reducción de jornada. ¿Cómo debemos proceder?
La reducción de jornada es un derecho que tienen todos los trabajadores y que se encuentra recogido en el artículo 37.5 del Estatuto de los Trabajadores. Consiste en la disminución de las horas que el trabajador va a dedicar a su trabajo y puede solicitarse por parte del trabajador o del empresario.
En los supuestos en los que sea el propio trabajador quien solicite una reducción de jornada, las causas pueden ir desde el cuidado de hijos o familiares hasta estudiar una carrera. La diferencia, no obstante, pasará por la obligatoriedad de ser aceptado o no por la compañía.
Es decir, en algunos casos es obligatorio concederla y en otros se trata de una modificación que debe ser pactada y negociada mediante acuerdo de ambas partes.
Reducción de jornada por maternidad, paternidad y/o cuidado de hijos
Todos los trabajadores, tanto hombres como mujeres, tienen derecho a una reducción de jornada por cuidado de hijos menores de 12 años. En este caso, el salario se verá reducido proporcionalmente al porcentaje de reducción que se aplique.
Además, hasta que el hijo cumpla nueve meses, los trabajadores y trabajadoras también pueden pedir la reducción por lactancia, que les da derecho a ausentarse durante una hora al día sin perder salario. Si ambos progenitores trabajan, solo podrá solicitarlo uno de ellos. Este permiso puede dividirse en dos medias horas por cada jornada y se ampliará en caso de parto múltiple.
En caso de hospitalización de un hijo prematuro, los padres pueden ausentarse una hora al día sin disminución de salario. Otra opción es solicitar la reducción de dos horas diarias con reducción proporcional del salario. También existe el derecho para cuidar de un hijo de, como máximo, 18 años, por razones de hospitalización o tratamiento continuado debido a enfermedad grave acreditada por los organismos competentes.
Reducción de jornada por cuidado de un familiar
Los trabajadores y trabajadoras tienen derecho a una reducción de jornada con el fin de cuidar a familiares hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad que no puedan valerse por sí mismos y no realicen actividad retribuida.
La reducción de jornada lleva aparejada una disminución proporcional del salario. En este caso, puede disfrutarse durante el tiempo que el trabajador quiera, sin límite temporal.
Reducción de jornada sin motivo
De acuerdo con lo establecido en el Estatuto de los Trabajadores, todos los trabajadores por cuenta ajena pueden solicitar la reducción de jornada sin tener que alegar una causa justificada.
Sin embargo, en este caso, el trabajador tendrá que solicitarlo al departamento de Recursos Humanos y esperar su aprobación, no siendo obligatorio aceptarlo por parte de la compañía.
También la empresa puede solicitársela al trabajador, que no está obligado a aceptarla. Conviene comentar que ha sido una fórmula empleada en muchas organizaciones en situaciones de crisis que requieren un reajuste temporal del gasto salarial, dentro del marco de la buena fe contractual por ambas partes.
¿Y si es la empresa la que solicita una reducción de jornada?
Este supuesto, junto con la suspensión temporal de los contratos de trabajo, se puede dar en el caso de que la empresa tenga que acudir a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). El ERTE se solicita normalmente por parte de la compañía ante situaciones extraordinarias que afectan a la actividad y está regulado en el Estatuto de los Trabajadores.
Todos hemos tenido ocasión de conocer los ERTES de fuerza mayor utilizados durante la pandemia producida por la Covid19.
Cómo se gestiona la reducción de jornada en una empresa
Como hemos visto, en algunos casos la empresa está obligada a aceptar la solicitud de reducción de jornada de sus trabajadores.
Por otra parte, en los supuestos en que no es obligatorio concederla, debemos pensar en que facilitar la conciliación a los empleados en una empresa es muy importante, ya que puede llegar a favorecer la motivación, el compromiso con la empresa y evitar la fuga de talento.
Lógicamente, depende mucho de las posiciones concretas dentro de la estructura y sus funciones, del desempeño individual y del impacto en la eficacia y la eficiencia, pero son muchos los puestos de trabajo que pueden permitirlo si resulta necesario. Al menos, durante un periodo de la vida del trabajador.
Puede ser incluso una buena solución en personas que padecen cierto burnout por acumulación de cansancio profesional, en etapas avanzadas dentro de su carrera, si ven en ello una posibilidad para desarrollar toda su energía y potencial dentro de un marco temporal más limitado.
Lo fundamental es contar con una visión general de la situación de nuestras plantillas, incluyendo aquellas personas que se encuentren en algunos de los supuestos de reducción de jornada. Apoyarnos en cuadrantes de trabajo, donde se reflejen los horarios de cada trabajador, permite tener claro en qué momentos tenemos algún tipo de carencia y cómo podemos solventarla.
Lo ideal es contar con la ayuda de profesionales para que sea más fácil organizar las solicitudes y los horarios de los trabajadores que hayan solicitado reducción de jornada para comparar con las necesidades productivas de la empresa, así como calcular la indemnización por despido con reducción de jornada.
Con la externalización del departamento de RRHH, estas cuestiones quedarán solucionadas en muy poco tiempo, y además la dirección puede dedicar su tiempo en cuestiones más relevantes, evitando el tan temido coste de oportunidad.
A modo de conclusión, existen diferentes tipos de reducción de jornada: por cuidado de hijos, cuidado de familiares o sin causa justificada. La empresa está obligada a concederla, excepto en el último supuesto.
Si su empresa necesita ayuda para la gestión de situaciones relacionadas con los recursos humanos, contáctenos y en AdelantTa siempre le ofreceremos la mejor solución que se ajuste a su problemática concreta.