El estrés laboral surge debido a la percepción de presión constante en el ambiente de trabajo. Si se prolonga demasiado tiempo puede dar lugar al desgaste físico y mental del empleado, con el consiguiente fallo multiorgánico, lo que tiene repercusiones en su rendimiento, bienestar y en el funcionamiento del equipo de trabajo en su conjunto. En este artículo introductorio, analizaremos las causas que lo provocan y las mejores estrategias para el manejo del estrés laboral.
Qué es el estrés laboral
El estrés laboral se manifiesta cuando existe un desequilibrio entre las exigencias laborales y los recursos disponibles por parte del trabajador para enfrentarlas. Esta situación lleva a un agotamiento físico y mental, y representa una seria amenaza para la salud y el bienestar del empleado, además de afectar sus relaciones familiares.
Debemos señalar que todos tenemos cierto nivel de estrés y este es necesario. Nos activa y nos predispone a la acción, a afrontar los problemas. El problema fundamental reside en cuando este se prolonga en exceso en el tiempo, de modo que el organismo del trabajador no tiene capacidad para recuperarse y afrontar los nuevos retos en plenitud de recursos. Por eso debemos diferencia entre eustrés (o estrés bueno y activador) y distrés (o estrés malo y desgastante).
El tan poco deseado distrés tiene igualmente una serie de efectos negativos en el entorno laboral. El estrés afecta a las capacidades del trabajador, así que es habitual que disminuya la productividad. También es el causante de un porcentaje importante de absentismo laboral justificado e injustificado.
Burnout laboral
El síndrome de burnout es una forma grave de estrés en el trabajo que se caracteriza por un agotamiento extremo, cinismo o distanciamiento emocional hacia el trabajo y una sensación de falta de logro o eficacia en las tareas laborales. Un manejo del estrés inadecuado puede dar lugar a problemas de salud graves como insomnio, ansiedad, depresión y problemas cardiovasculares. Se da fundamentalmente en profesiones que tiene una alta carga de tensión psicosocial (atención al cliente, docentes, comerciales, etc.) ante la que el individuo no dispone de recursos de afrontamiento o donde el control de lo que nos sucede es prácticamente imposible, ya que no está completamente en nuestras manos.
Cuáles son las principales causas de estrés en el trabajo
El problema es sencillo y con números lo podemos ver claramente. Si una persona se enfrenta a una tarea de nivel 6, en una escala de 1 a 10, y esa persona solo tiene un nivel 4 para poder realizarla, se verá abrumado y, probablemente, con signos de ansiedad y estresado. Por el contrario, si el nivel de esta persona es un 8 o un 9, la realizará prácticamente sin despeinarse.
Por tanto, el estrés tiene mucho que ver con el equilibrio entre el nivel de recursos de individuo y los retos a los que se enfrenta. Ahora bien, no siempre se trata del nivel de recursos real sino del percibido. Si la persona tiende a percibir las situaciones como amenazantes o abrumadoras, aunque realmente no debieran serlo para ella, nos encontraremos ante todos los síntomas habituales emocionales y corporales que una persona estresada muestra.
Factores que influyen en el estrés laboral
Por tanto, el estrés laboral puede desencadenarse por muchas causas, incluidas las malas relaciones o la falta de conocimientos específicos para realizar algo, si bien en algún entorno de trabajo puede darse una carga de trabajo abrumadora, una responsabilidad excesiva, condiciones laborales insatisfactorias o problemas en las relaciones interpersonales superiores a los razonables.
Estos factores afectan de manera diferente a cada individuo, condicionados por su percepción de la realidad y por su nivel de recursos. No todos ellos afectan por igual a todas las personas. Algunas personas pueden lidiar con una carga de trabajo considerable, pero no soportan cargar con una gran responsabilidad, mientras que otras pueden llevar sin problema una gran carga de responsabilidad. También hay quienes pueden mantenerse imperturbables ante un entorno laboral tenso, mientras que para otros esta situación puede volverse insoportable.
Cómo controlar y prevenir estrés en el trabajo
Es fundamental considerar el estrés como un riesgo importante para la salud y la seguridad en el entorno laboral. Por lo tanto, invertir en la prevención del estrés laboral no solo es beneficioso para los trabajadores, sino que también puede generar ahorros de costes significativos para la empresa, mejorando la productividad a largo plazo y alargado el periodo de vida útil de un profesional, siendo mucho más rentable para sí mismo y para la organización con el tiempo.
Hay una cuestión fundamental para el control de estrés que son los hábitos saludables: dormir bien, comer saludablemente, hacer ejercicio moderado, tener una vida social activa, etc. Todos estos factores fortalecen el organismo tanto física como emocionalmente y elevan el umbral de tolerancia a situaciones puntuales estresantes. Es decir, si estamos sanos y felices, la capacidad que tendrán los acontecimientos laborales de afectarnos será mucho menor.
Formarse en gestión y control del estrés
Por otro lado, la formación de las personas en control de estrés es importante. En los escenarios laborales que nos encontramos actualmente, muchos de ellos multitarea y con presión de resultados y de tiempo, es importante que la persona disponga de recursos internos para calmar la ansiedad, fragmentar las exigencias, ir paso a paso y recuperarse de los envites que el día a día va a ofrecerle, sin duda. Es decir, debemos formar en salud emocional y muchos de los temas relacionados con esta: construcción de relaciones, ansiedad, asertividad, gestión de conflictos, etc.
Finalmente, algunas de las medidas preventivas sencillas que puede adoptar una empresa, pero no por ello menos eficaces para saber cómo gestionar el estrés son:
- Organizar horarios de trabajo que eviten conflictos con las responsabilidades personales.
- Asegurarse de que las demandas laborales sean acordes con las capacidades y recursos de los trabajadores y permitirles tiempo para recuperarse después de tareas especialmente exigentes.
- Permitir que los trabajadores aporten sus ideas en las decisiones y acciones que afectan a su trabajo puede aumentar su sentido de pertenencia.
- Diseñar las tareas de manera que tengan significado y proporcionen estímulo y satisfacción, además de aprovechar los talentos de cada trabajador.
- Definir claramente los roles y responsabilidades para que no haya lugar a ambigüedades.
- Crear oportunidades para la interacción social positiva en el trabajo, incluyendo el apoyo emocional y la ayuda directamente relacionados con las tareas laborales.
- Evitar la incertidumbre en cuestiones de estabilidad laboral y promover el desarrollo profesional de los trabajadores.
No es tarea fácil. Lo importante es tener claro que tomar medidas para la prevención y el manejo del estrés es tremendamente positivo para garantizar el bienestar de los trabajadores, optimizar la productividad y reducir los costes de la empresa.
En AdelantTa, ofrecemos desde hace muchos años formación especializada para la gestión del estrés en el entorno laboral, con el propósito de proporcionar recursos a las personas y mejorar el ambiente empresarial. Por lo tanto, ante cualquier duda, puedes contactar con nosotros sin compromiso en contacto@adelantta.es