
La formación de formadores es una disciplina orientada a enseñar a quienes después van a impartir formación. Para ejercer como docente no basta con ser experto en una determinada materia, hay que ser capaz de transmitirla a los demás de una manera didáctica y de conseguir cubrir los objetivos que la empresa pretende con esta.
Este tipo de formación juega un papel crucial para asegurar que las personas encargadas de impartir el conocimiento dentro de la empresa estén bien preparadas no solo en su área técnica, sino también en las habilidades pedagógicas necesarias para transmitir ese conocimiento de manera efectiva. Tendencias consolidadas como el microlearning, el uso de herramientas tecnológicas y la gamificación están mejorando la manera en que los formadores internos interactúan con sus equipos, contribuyendo a una formación más dinámica y adaptada a las necesidades actuales
La formación continuada a los empleados es la mejor manera de que las empresas tengan siempre una plantilla capaz de adaptarse a los cambios que se producen en el mercado. Las empresas líderes son conscientes de ello. Según datos de Fundae, en el año 2023 el número de entidades que ofrecieron formación a sus trabajadores ha crecido casi un 15 %, un fenómeno que parece que se mantendrá en los próximos ejercicos.
Pero no basta con ofrecer formación, ésta debe ser de máxima calidad y, por ello, cuando contamos con formadores internos es necesario desarrollarlos, no solo por la necesidad de resultados sino por la visibilidad que éstos van a tener dentro de la organización. No es tarea fácil formar a los compañeros de la empresa.
Qué papel tiene el formador dentro de una empresa
Cualquier formador es responsable de que los empleados de una empresa se adapten rápidamente a cambios que impacten en su puesto de trabajo, contribuyendo a que sepan realizar de forma eficaz aquellas tareas y/o funciones que se les han encomendado.
Con los nuevos, es relativamente fácil, pero también hay que asegurarse de que los empleados antiguos se mantienen al día en cuanto a sus conocimientos. Si no es así, una opción es la propuesta de planes de formación y, cuando se trata de cuestiones muy técnicas o relacionadas con el negocio, los formadores internos suelen ser una buena opción. Es importante hacerles sentir, racional y emocionalmente, que su trabajo es de vital importancia para que las empresas puedan seguir siendo competitivas en un entorno que está en constante evolución.
Cualidades que debe tener un buen formador interno
Una de las principales cuestiones que siempre se plantea cuando se escogen formadores internos es si deben ser obligatorios o voluntarios. Tenemos clientes en ambas situaciones.
Las consultoras sabemos que siempre hay tres cuestiones que son básicas para que un formador funcione correctamente:
CT x HHCC x AE (Conocimientos técnicos x Habilidades Comunicativas x Adaptación a la empresa)
En el caso de los formadores internos, presupones que la adaptación a la empresa ya existe, puesto que trabaja en ella. Si bien es necesario tener cierto nivel de adaptación a los grupos concretos de participantes que pueda encontrarse. No es raro que un formador que ha trabajado en una gran empresa siempre en el seno de un departamento tenga dificultades cuando debe impartir un curso a otras áreas o departamentos funcionales. Las empresas tienen muchos mundos dentro de sí.
En todo caso, lo que es indudable es que cualquier experto en formación debe disponer de conocimientos (teóricos y prácticos) y de habilidades (comunicativas y didácticas) que hagan que pueda cumplir con su trabajo a la perfección.
Conocimiento y experiencia
Como es lógico, el formador ha de ser una persona especializada en la materia que va a impartir. Algo que garantiza el fracaso es impartir un curso estando desactualizado, por lo que requiere un reciclaje constante.
Más allá de sus conocimientos técnicos teóricos es recomendable una experiencia práctica (de mayor o menos nivel según los destinatarios) en el área dónde va a desarrollar la formación. Aunque parezca una obviedad, no siempre es posible. Por ejemplo, pensemos en la formación sobre una nueva herramienta de control presupuestario que nadie ha usado aun en la empresa.
Habilidades de comunicación y didácticas
Aquí es donde juega un papel importante que la persona haya recibido un curso de formación de formadores.
Recibir formación es mucho más agradable cuando al otro lado hay una persona que sabe expresarse de una manera clara y concisa, capaz de adaptar su estilo a las necesidades de los estudiantes, que dispone de diversas herramientas y técnicas que consiguen la dinamización de las jornadas y que maneja un auditorio de la forma correcta cuando existe el riesgo de no conseguir los objetivos perseguidos con la formación.
Aunque la formación de formadores es algo que ayuda mucho en este proceso, por experiencia podemos afirmar que un buen docente debe traer ya de casa bien desarrollada su capacidad comunicativa. Es difícil conseguir un gran pedagogo de personas con dificultades a la hora de comunicarse, tanto a la hora de exponer el mensaje como de practicar la escucha activa y prestar atención a lo que le transmiten sus alumnos.
¿Por qué es importante la formación de formadores?
Primero hay que tener claro qué es la formación de formadores, que es aquella que se imparte con el fin de capacitar a otros profesionales de la enseñanza en la labor de enseñar, valga la redundancia.
Gracias a ella, los formadores internos desarrollarán las competencias que son necesarias para poder hacer su trabajo con la máxima eficacia. Este tipo de formación produce un efecto multiplicador a la hora de impactar sobre nuestras plantillas, que tienden a considerar mucho más útil y aplicable la formación, por el hecho de que les ha generado un buen nivel de reacción. Dicho de otro modo, si nuestros formadores internos son aburridos o caóticos, el esfuerzo de la organización tendrá un escaso resultado.
Por todo ello, debe abordarse de manera cuidadosa y planificada, para que los profesionales de la empresa que asumen la responsabilidad de formar a sus compañeros queden bien capacitados. Si su empresa necesita ayuda en esta materia, nuestro equipo tiene una amplia experiencia en este tipo de programas, así como es programas específicos de desarrollo de mentores internos.