Dejando a un lado la ideología y la tan forzada división entre izquierdas y derechas, el Tercer Sector está cubriendo un importante papel, y muchas organizaciones han sido muy relevantes y necesarias durante toda la situación que hemos vivido desde la aparición en nuestras vidas del COVID19.
Las ONGs llevan a cabo diversas funciones de cuidado y apoyo a los más vulnerables y de defensa de los derechos humanos. Es bueno que existan, porque siguen existiendo seres humanos que las necesitan.
Podemos no estar de acuerdo con ciertas organizaciones o ciertos planteamientos, pero en lo que casi todos coincidimos es en que las funciones humanitarias de diversa índole son necesarias en muchos momentos en las sociedades actuales.
Si bien es importante a nivel político y macroeconómico corregir cuestiones estructurales y de fondo, también lo es garantizar el bienestar de la sociedad en el día a día, recuperar valores relacionados con las personas y luchar por la consecución de un mundo mejor.
Desde nuestra experiencia de trabajo en este sector, sabemos que el papel que desempeñan los trabajadores de estas organizaciones no siempre es fácil. Es fundamental que cuenten con una formación específica. Esta formación, a menudo, va mucho más allá de lo inmediato, ya que las organizaciones del tercer sector interactúan continuamente con las empresas y con la sociedad civil, y es en marco de colaboración con estas dónde se pueden maximizar los recursos para que todo converja y llegue a buen puesto.
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El tercer sector en la actualidad
Para poder determinar qué tipo de formación necesitan los profesionales de las ONGs españolas, es fundamental determinar en qué punto se encuentra el tercer sector en la actualidad y qué circunstancias lo caracterizan.
En opinión del equipo de www.adelantta.com son las siguientes:
- Heterogeneidad: actualmente existen infinidad de misiones a las que se puede dedicar una ONG. Así pues, habrá ONGs dedicadas a diferentes sectores, desde la erradicación de la pobreza, la defensa de los derechos humanos, la paz y la libertad, la ecología, etc.
- Diversificación de la financiación: las ONGs suelen estar financiadas con fondos públicos. De hecho, más de un 92% de las mismas sufragan sus gastos con dinero público, lo que determinará en gran medida qué actividades, procesos de control y cómo se llevarán a cabo diferentes gestiones con un dinero que normalmente tiene una dimensión finalista.
No obstante, la gran mayoría de ONGs, independientemente de si reciben fondos públicos o no, buscan estar financiadas también con las aportaciones de sus socios u otro tipo de aportaciones como el crowdfunding (microfinanciación de proyectos) y el fundraising (fondos altruistas).
Esto provoca la necesidad de profesionales muy especializados, bien en el marco de las subvenciones, bien en el de la inversión en proyectos.
- Atomización: El 75% de las ONGs tienen menos de 50 empleados, son pequeñas organizaciones son no excesivos recursos. Tan solo alrededor del 40% de los empleados de una ONG perciben un sueldo por la actividad que llevan a cabo en esta. El desarrollo de un Plan de Formación se hace más complejo, pero no menos necesario.
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¿Qué formación deben tener los trabajadores del tercer sector?
En las ONGs se precisan pocos puestos directivos, que normalmente reciben el nombre de Coordinadores, salvo la Secretaría General. Los organigramas existen, pero suelen ser bastante planos, especialmente en las de menor tamaño.
En la base de la pirámide, la captación de fondos es donde más oferta de trabajo existe en el tercer sector. La gran mayoría de los puestos de trabajo en captación de fondos que se solicitan son a jornada parcial y no requieren una gran preparación técnica, aunque si altos niveles de motivación personal y compromiso.
Finalmente, hay todo un abanico de puestos técnicos de nivel medio que podemos subdividir en dos grandes grupos:
- Los relacionados con la misión que desarrolla la organización: asistentes sociales, orientadores laborales, técnicos de apoyo, especialistas en misiones internacionales, etc.
- Puestos generalistas transversales similares a otras organizaciones: contables, administrativos, personal, etc.
Quizás más que hablar de formación y con una visión general del tipo de puestos de trabajo que existen en las ONGs, ¿qué tipo de competencias exigen estas para cubrir dichos puestos de trabajo?
Dos competencias personales destacan en el conjunto:
- Motivación e implicación emocional. Normalmente, los salarios en el entorno del tercer sector no suelen ser muy elevados. Las personas que trabajan en él lo hacen, en muchos casos, por una cuestión personal y por una convergencia de sus valores con los de la organización.
- Capacidad de adaptación y flexibilidad. El entorno en las ONGs puede llegar a ser tan cambiante como en mundos muy distanciados como el de la tecnología. Dependiendo de su misión, pueden ser necesarias reorganizaciones frecuentes para garantizar el éxito de los distintos proyectos que el financiador (normalmente el estado o grandes empresas) les facilita.
En cuanto a la formación propiamente dicha, también hay tres grandes áreas que podemos destacar y que vemos con frecuencia como prioritarias en este tipo de organizaciones:
- Formación académica en marketing social, publicidad o comunicación. Muchas ONGs tienen un área de acción social. Es decir, tratar de difundir su causa y conseguir personas que la compartan. Su capacidad de influencia influye muy directamente en los procesos de captación de fondos. Los perfiles profesionales muy orientados a la comunicación son necesarios. Muchas de las organizaciones del tercer sector que conocemos tienen una figura que se encarga de la visibilidad en el exterior y otra que esta más centrada e la gestión de proyectos. Recuerda mucho a la Dirección Comercial vs. la Direccion de Operaciones en una empresa privada.
- Formación relacionada con el sector de trabajo de la ONG. Así pues, la visión, valores y objetivos de la ONG determinarán el tipo de perfiles profesionales que busquen. No obstante, los perfiles más buscados son los de graduados en Biología, Derecho, Veterinaria, Medicina, Educación Primaria, Trabajo Social o Relaciones Internacionales.
- Formación similar a la de otros sectores. Al igual que muchas otras organizaciones los profesionales de las ONGs necesitan manejarse con un Excel, hablar idiomas, tener competencias de gestión de equipos, gestionar proyectos, gestionar su tiempo o trabajar previniendo riesgos laborales. Es decir, necesitan estar formados en todo aquello que tiene que ver hoy en día con el ámbito del trabajo cotidiano.
Cada vez oímos más que vivimos una crisis de valores. Es muy probable que sea así y que nuestros políticos nos tengan cansados y acostumbrados a observar con decepción como parece que el fin justifica siempre los medios.
Sin embargo, son cada vez más los que quieren dedicarse a trabajar para una ONG. Estén acertados o errados en la forma de resolver los problemas, hemos visto con frecuencia a personas que lo hacen con vocación real, con un profundo sentido de la ética y la responsabilidad. Las ovejas negras, que también existen, son las excepciones.
Es fundamental que estos profesionales, además de estar motivados y ser flexibles para realizar una labor muchas veces ingrata, estén bien formados y en la dirección correcta. No son trabajadores de segunda, son profesionales esenciales en nuestra sociedad.