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Por Juan Carlos Sánchez
Director General de AdelantTa
Cansados estamos todos de oír que en un contexto de transformación acelerada y competitividad global, la formación continua de los trabajadores se ha convertido en una inversión clave para el crecimiento sostenible. Sin embargo, España mantiene congelada desde 2008 la financiación pública por hora de formación empresarial: 7,5 € por alumno/hora en teleformación y entre 9,0 y 13,0 € en presencial, sin reflejar el aumento del 42% del IPC en enseñanza entre 2008 y 2024.
Este desfase tiene consecuencias directas sobre la calidad, el acceso y la eficacia de la formación, limitando nuestra capacidad de competir con países que han apostado decididamente por actualizar sus modelos.
En España, la financiación de la formación bonificada para empresas, gestionada por FUNDAE/SEPE, se topa por unos módulos que no han variado en 15 años. Esta falta de actualización ha provocado que las empresas dejen de aprovechar unos 2.200 millones de euros teóricamente disponibles desde 2008, y que los gestores y entidades formadoras hayan dejado de percibir 220 millones de euros en honorarios. Esto impacta directamente en la calidad: sueldos bajos, dificultad para atraer formadores expertos, metodologías poco innovadoras y cursos breves y generalistas.
Ponemos a continuación una serie de tablas de fácil lectura que hablan por si solas.
Indicador | España | Media UE |
Porcentaje de trabajadores formados | 65% | 42,4% |
Horas medias de formación por empleado | 8,5 h | 22,6 h |
Gasto medio por participante | 638 € | 1.441 € |
% del gasto dedicado a coste laboral | >75% | ~55% |
Fuente: CECAP, 2023
Los países que lideran en formación profesional han reformado sus sistemas para acompañar las necesidades productivas:
País | Financiación pública | Actualización | Calidad y estrategia |
España | ~600 M€ (2023) | Congelada desde 2008 | Cursos cortos, baja inversión por alumno |
Alemania | ~980 M€ + 46.400 M€ privados | Ley 2019 y reforma 2024 | Alta cualificación, enfoque a Industria 4.0 |
Francia | ~31.800 M€ (mixto) | Reformas 2018+ | Cuenta CPF individual, enfoque en sectores clave |
Países Bajos | Fondos sectoriales + STAP | Revisión anual | Cultura de aprendizaje, alto nivel de cobertura |
El contexto internacional refuerza la necesidad de una actualización.
País | Apoyo público | Financiación | Estrategia y resultados |
España | Bonificaciones vía módulos | ~600 M€ en 2023 | Sistema estancado, cursos baratos |
Canadá | Canada Job Grant | Hasta 6.800 €/empleado | Foco en PYMEs y tecnologías emergentes |
Corea del Sur | Seguro de Empleo + subsidios | +430 M€ sólo para PYMEs | Alta cualificación, impulso a sectores clave |
Japón | Subsidios + salarios | Hasta 75% del coste + sueldos | Mejora continua, enfoque en industria avanzada |
EE.UU. | Apoyo estatal disperso | $2.000 M (público) + $100.000 M (privado) | Alta inversión privada, brechas estructurales |
Vista la información anterior, la evidencia es clara. España necesita reformar su modelo de formación profesional para el empleo, empezando por actualizar los módulos económicos que determinan la subvención por hora/alumno. Pero el cambio debe ser estructural: transitar hacia un sistema basado en cuentas individuales, financiación compartida, incentivos por calidad y una vinculación estratégica con sectores de futuro. Cada día que pasa con un modelo de 2008 en pleno 2025, estamos perdiendo competitividad.
Así somos, y así nos va. Espero que los datos hablen por si solos y nuestros sesudos políticos se planteen modificar el sistema del modo que este realmente lo necesita.