Tres ejes clave en la gestión de personas mientras dure la actual crisis

La crisis sanitaria del coronavirus ha supuesto un escenario completamente nuevo. Sin duda, la pandemia ha planteado muchos cambios en la forma de relacionarnos, en la forma de consumir, en la forma de divertirnos y, como no puede ser de otra manera, en el ámbito del trabajo corporativo.

Así pues, algunas de las máximas que antes dominaban la lógica de las relaciones con el empleado ya no resultan de aplicación en esta nueva tesitura. La pandemia ha supuesto un cambio notable en las relaciones laborales y en la forma de trabajar. Es por ello que los responsables de Recursos Humanos deben cambiar su perspectiva y prestar especial atención a los aspectos más importantes en la actual pandemia.

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Los tres aspectos más preocupantes de Recursos Humanos en el momento actual

En este complicado escenario, hay muchos aspectos que, ahora más que nunca, deberán ser tenidos en cuenta por los responsables de Recursos Humanos.  Algunos de ellos, además, se han visto muy condicionados en España por un nuevo marco legislativo, como el mantenimiento del empleo tras los ERTE de fuerza mayor o la negociación del Teletrabajo.

Este último, el teletrabajo, ha supuesto en muchas empresas un cambio de escenario muy importante, que ha planteado adicionalmente problemas en la evaluación. Hemos podido ver algunos casos donde ha tomado mucho protagonismo la evaluación del cumplimiento de objetivos frente al control horario tradicional.

Podríamos debatir jurídicamente si el empleado solo presta su energía a cambio de un salario o es legitimo desplazarle el riesgo empresarial a través del cumplimiento de objetivos, pero lo cierto es que esta siendo una realidad.

La pandemia y el teletrabajo han dificultado el control de la productividad individual y las soluciones asoman por doquier. Aún así, desde una perspectiva netamente humana y motivacional vemos relevante reflexionar sobre en qué tres aspectos se deben centrar las Direcciones de Recursos Humanos a la hora de realizar la tan manoseada gestión soft de personas. A nuestro modo de ver, son tres puntos básicos: el cuidado de la experiencia del empleado, el mantenimiento de la productividad y la gestión emocional.  

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Experiencia del empleado

La pandemia ha modificado el día a día de los empleados. Teletrabajo, videollamadas, reuniones virtuales, conciliación familiar e incertidumbre son aspectos que han pasado a formar parte de la nueva realidad de los trabajadores. Es por ello que los responsables de Recursos Humanos han de adaptarse a esta nueva situación, dando respuesta a estas realidades para minimizar la huella que estas circunstancias están dejando en la experiencia del empleado.

Es fundamental que las empresas tomen las medidas de seguridad oportunas para garantizar la salud y el bienestar de los trabajadores. Además, se deberán satisfacer las necesidades más críticas de los trabajadores. Además de la cuestión de la seguridad en el trabajo, deben cuidar especialmente la comunicación interna, la conexión social con el trabajador o el seguimiento de su situación particular, facilitándole una experiencia lo más grata posible en el día a día en la organización.

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Productividad

Una de las medidas por excelencia que han aplicado las empresas cuya actividad lo posibilita es el teletrabajo. Así pues, los trabajadores pueden cumplir con su jornada laboral desde sus casas, tan solo siendo necesaria conexión a Internet y un ordenador.

Sin duda, la pandemia ha acelerado a marchas forzadas la digitalización y automatización de los procesos en las empresas, posibilitando conservar los puestos de trabajo en los sectores en los que se puede trabajar en remoto. No obstante, ¿cómo afecta esta nueva forma de trabajar a la productividad de los empleados?

El teletrabajo es un reto para la salud mental y para el bienestar de los trabajadores, factores fundamentales para garantizar la adecuada productividad de los mismos, por lo que es fundamental saber cómo actuar en este sentido:

• Evitar distracciones: es fundamental que se limiten las distracciones, adaptando en la medida de lo posible un espacio en casa en el que poder trabajar. La ley de teletrabajo muestra ampliamente esta cuestión.
• Establecer descansos: es recomendable establecer determinados descansos, fundamentales para continuar con las relaciones sociales con los compañeros de trabajo, lo que favorecerá el sentido de pertenencia de la empresa. El café virtual puede sustituir durante un tiempo al café presencial, que ayuda a mejorar vínculos y relaciones de confianza entre compañeros.
• Apagón digital: desconectar del trabajo tras la finalización de la jornada es sencillo cuando volvemos a casa. Sin embargo, cuando se trabaja en remoto, resulta de vital importancia apagar todos aquellos dispositivos que nos mantienen conectados al trabajo y no consultarlos hasta la jornada siguiente. El derecho a la desconexión digital ha sido regulado, pero aún estamos lejos de conseguir su aplicación efectiva en muchas organizaciones.

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Gestión emocional

La salud mental de los trabajadores es esencial para un rendimiento óptimo y para un ambiente laboral sano. La COVID-19 ha puesto en jaque la salud mental de muchos españoles, por lo que esta se perfila como un reto para los responsables de Recursos Humanos.

• Establecer rutinas para mejorar la concentración y el rendimiento de los trabajadores y mantener su preocupación a raya.
• Comunicación: los responsables deberán compartir sus impresiones y sus emociones con los empleados, haciendo uso de una herramienta tan básica como es la comunicación.

Sin duda, a los responsables de Recursos Humanos se les presenta un reto nunca visto como consecuencia de esta situación de crisis sanitaria. Los aspectos netamente psicosociológicos de la gestión de personas tienen un nuevo marco y toman un protagonismo que no venía siendo habitual. El cuidado de las vivencias y la salud mental del trabajador se hace más importante que nunca para mantener la productividad.

No es fácil. Viejas fórmulas de control no están funcionando en el nuevo escenario. Muchas compañías se encuentran con la sensación de un barco a la deriva, dónde resulta más difícil que nunca conseguir el compromiso de las personas. A pesar de ello, es más necesario que nunca.

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