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En un sector donde la obsolescencia del conocimiento puede medirse en meses, el reto de las direcciones de Recursos Humanos va más allá de la tan conocida retención del talento. Aquí, lo esencial es garantizar que los equipos mantienen sus competencias actualizadas y alineadas con los objetivos de negocio. En la práctica, los responsables de formación en empresas tecnológicas se enfrentan a tres tensiones principales.
La primera es la rapidez con la que cambian las necesidades formativas: lo que se planifica en enero puede quedar obsoleto en septiembre. La segunda es la dispersión geográfica y organizativa de los equipos, con profesionales que es común que trabajen en remoto, en distintas sedes o incluso en proyectos internacionales. La tercera es la dificultad para demostrar impacto, ya que no basta con impartir cursos: la dirección general quiere evidencias de que la inversión en formación mejora la productividad, la innovación y la retención del talento.
Aunque cada empresa tiene necesidades particulares, existen áreas transversales que hoy son críticas en el sector. La ciberseguridad y protección de datos ya no es un tema exclusivo de especialistas, sino una competencia que afecta a toda la organización. Por otro lado, la gestión de proyectos en entornos ágiles es un básico para afianzar habilidades de los líderes que tengan que coordinar equipos distribuidos y entregar valor de forma continua. Las habilidades de comunicación y liderazgo en remoto se han vuelto imprescindibles para mandos intermedios y responsables técnicos. Y, en paralelo, persiste la necesidad de actualizar conocimientos técnicos en Cloud, Inteligencia Artificial aplicada o nuevas redes de telecomunicaciones.
Consulta nuestro artículo «Criterios clave para elegir un buen proveedor de formación para empresas»
Uno de los errores más habituales es usar el crédito solo para formaciones puntuales o normativas, desaprovechando su potencial estratégico. En empresas tecnológicas, el crédito puede financiar itinerarios modulares que combinen acciones técnicas con programas de desarrollo de competencias de gestión y liderazgo. Otra recomendación clave es planificar con antelación la ejecución: dejar la mayor parte del presupuesto para el último trimestre del año suele llevar a decisiones precipitadas, con acciones de bajo impacto.
Un plan sólido no se limita a “gastar crédito”, sino que conecta cada acción formativa con indicadores de negocio, alineación de conocimientos necesarios para mejorar las operaciones o acompañar los planes de desarrollo para personal estratégico o con potencial de desarrollo. Algunos ejemplos para el análisis del éxito de una formación podría ser la reducción de incidencias de seguridad, la mejora en los tiempos de entrega de proyectos o la disminución de la rotación en perfiles críticos.
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La eficacia de la formación depende tanto del contenido como de la modalidad. En el sector Telco, la flexibilidad es un factor decisivo. El e-learning permite cubrir grandes colectivos y actualizar contenidos con rapidez, pero si se utiliza en exclusiva corre el riesgo de generar baja participación. El aula virtual aporta interacción y cercanía, muy útil para la práctica de idiomas o para el acompañamiento de equipos distribuidos. El formato presencial sigue siendo lo más recomendable en programas de liderazgo, resolución de conflictos o innovación aplicada, donde la experiencia compartida tiene un valor diferencial.
La combinación de modalidades —bien planificada y alineada con los objetivos de cada colectivo— es lo que permite que la formación deje de ser percibida como un trámite y se convierta en un motor real de desarrollo. Además, ofrece una mayor posibilidad de optimizar el crédito asignado a la formación de los trabajadores, permitiendo flexibilidad sin renunciar a la calidad.
Para que un plan de formación tecnológica tenga éxito, conviene atender a varios aspectos prácticos:
Como hemos visto, en el sector de informática y telecomunicaciones, la formación continua es un requisito estratégico para competir y retener talento. La clave para Recursos Humanos está en planificar con visión, aprovechar el crédito bonificado para acciones de alto impacto y combinar las distintas modalidades de impartición de manera inteligente. Un plan bien diseñado permite responder a la velocidad del cambio tecnológico y demostrar, con datos, que la formación es una inversión que mejora tanto el desempeño de los equipos como la competitividad de la organización.
En AdelantTa nos especializamos en desarrollar soluciones formativas flexibles y personalizadas, combinando modalidades, contenidos y metodologías para que cada acción se ajuste a los objetivos de nuestros clientes y tenga un impacto real en las personas y en la organización. Contacta con nosotros y te ayudamos a dar impulso a tu plan de formación.