Para muchas empresas, la opción de salir al mercado a buscar un profesional para un cargo de directivo o de responsabilidad puede no siempre ser viable, bien por limitación de presupuesto o bien por escasez del talento adecuado. Por ello, cada vez es más usual apostar por desarrollar internamente a los futuros mandos intermedios y directivos.
Sin embargo, este proceso no está exento de dificultades. Uno de los mayores obstáculos es la transición del trabajador hacia un rol de liderazgo, que requiere un conjunto de habilidades completamente nuevo que debe asumir.
El período de transición es todo un desafío tanto para la empresa como para el futuro ocupante del puesto. En este sentido, la formación en liderazgo y gestión efectiva puede ayudar enormemente para asegurar que los nuevos mandos intermedios estén preparados para guiar y gestionar equipos de manera efectiva.
Factores generales en la promoción a mando intermedio
No todas las organizaciones tienen los mismos criterios cuantitativos o cualitativos para establecer los criterios mínimos que debe cumplir una persona para un ascenso. Ya anteriormente habíamos comentado ampliamente las cualidades esenciales para el liderazgo y gestión efectiva de los equipos, desgranando aquellas competencias fundamentales en los líderes.
En general, dependerá del sector y tipo de empresa, aunque comúnmente se entiende que, para ser considerado para un ascenso a mando intermedio, un empleado debe cumplir con ciertos requisitos mínimos.
Competencias técnicas y experiencia
A la hora de valorar a una persona para un ascenso a mando intermedio, se suele tomar como referencia un dominio del puesto actual con un cumplimiento de al menos el 90% en los objetivos y al menos 2-3 años de antigüedad en el puesto. Un nuevo mando intermedio debe tener, por otro lado, un dominio de al menos el 70% de las competencias y responsabilidades de su nuevo rol desde el inicio. El 30% restante puede ser desarrollado a través de la experiencia, formación adicional, y la adaptación natural al nuevo puesto.
Habilidades blandas
Más allá del lógico dominio técnico del puesto, los mandos intermedios deben tener desarrolladas ciertas habilidades blandas necesarias para un correcto liderazgo y gestión de personas a su cargo. Ejemplo de ello es una comunicación efectiva con los distintos agentes con los que trabaje en su día a día (empleados a su cargo, jefes de departamento, superiores, clientes, etc), así como una buena capacidad para delegar, asegurando así que los recursos del equipo se utilicen de manera óptima y se eviten cuellos de botella.
Otra de las cualidades importantes para un mando intermedio es la inteligencia emocional y la gestión efectiva de conflictos. Finalmente, su compromiso con el desarrollo profesional y su capacidad para construir credibilidad, respaldada por evaluaciones positivas de colegas y superiores, son buenas referencias a tener en consideración para el nuevo rol.
Cómo abordar una posible brecha de competencias en los nuevos líderes
Cuando un empleado es ascendido a un rol de liderazgo, es vital identificar en qué punto se encuentra y a dónde tiene que evolucionar para convertirse en un buen mando intermedio. Sus funciones, aunque estén relacionadas con su anterior puesto, probablemente variarán sustancialmente, pasando de tener un rol más operativo a otro en el que la gestión de personas ocupará buena parte de sus responsabilidades.
Las brechas de competencias, sobre todo en lo que se refiere a la parte más relacionada con la gestión de personas, pueden incluir dificultades en habilidades clave como la comunicación efectiva, la resolución de conflictos o la toma de decisiones estratégicas.
En general, la formación específica en estas habilidades ayuda a acelerar el proceso de transición al nuevo puesto, si bien es recomendable realizar una evaluación exhaustiva para determinar si estas brechas pueden ser corregidas mediante cursos específicos o si requieren otras intervenciones, como sesiones de coaching individualizado o proyectos específicos para ayudar en el proceso de transición.
Aplicación práctica de la formación en liderazgo
Es esencial que los conocimientos adquiridos en los cursos de liderazgo se implementen de manera efectiva en el entorno de trabajo. Esto puede lograrse mediante la asignación de proyectos específicos donde el nuevo líder pueda aplicar técnicas de gestión aprendidas, como la delegación de tareas, la resolución de conflictos, o la motivación del equipo. La aplicación inmediata de estos conocimientos refuerza el aprendizaje y ayuda a construir confianza en el nuevo rol.
El seguimiento es un componente crítico para asegurar que las habilidades de liderazgo se están aplicando de manera correcta. Esto implica realizar evaluaciones periódicas del desempeño del nuevo líder, recibiendo feedback tanto de sus superiores como de su equipo. Las evaluaciones deben centrarse en el impacto de las nuevas habilidades en el rendimiento del equipo, así como en la adaptación continua del líder a su rol.
Mentoring y Apoyo Continuo
Además de la formación, la figura del mentor es una de las mejores herramientas que tiene la empresa para guiar a los nuevos líderes durante su transición. Cada vez es más común que las organizaciones establezcan un programa de mentores para acompañar a nuevas incorporaciones, tanto externas como internas. Un mentor experimentado puede ofrecer consejos prácticos, compartir experiencias y ayudar a navegar desafíos específicos del rol. Este apoyo continuo es crucial para el desarrollo a largo plazo del líder y para asegurar su éxito en la gestión del equipo.
A modo de resumen, la transición a un rol de mando intermedio o posiciones directivas es un proceso complejo que requiere un enfoque estructurado y apoyo constante. La formación en liderazgo es esencial para cerrar las brechas de competencias y preparar a los nuevos mandos intermedios para aquellos retos con los que tendrán que lidiar en su día a día. Invertir en esta formación no solo mejora las habilidades individuales, sino que también fortalece a todo el equipo y, en última instancia, contribuye al éxito de la organización. Descubre más sobre nuestras opciones de formación y cómo podemos ayudarte a desarrollar líderes efectivos dentro de tu organización.